Ser un "humano verdadero" implica seguir "el Camino Superior", o sea, el camino señalado por los 'dioses', quienesquiera que ellos sean, en contraposición del 'camino de los hombres', que es el camino de la ambición y la codicia.
Esta forma religiosa no tiene fundador ni dogmas ni código moral preciso, por esto es menos que una religión, aunque contenga elementos religiosos, y más que una religión, mejor dicho, algo distinto de una religión; en suma, una mezcla de elementos religiosos, otros filosóficos y otros del orden de los conocimientos; todos ellos productos de la actividad de la Razón.
Desde millares de años este criterio ha venido siendo fuente y reflejo de la inspiración espiritual y del comportamiento de los pueblos indígenas; ha tenido un papel importante no solamente en lo que se refiere a las actividades ceremoniales sino también en cuanto a la organización social y a la postura frente a los problemas de la vida, ya sean de tipo privado o público.
Es más una actitud reverente, atenta y conciente que una religión sumisa y ciega.
1 comentario:
me alegro muchisimo que existan espacios de reflexion filosofìa indigena...
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