Muchos pueblos dicen de sí mismos y en su propio idioma que son: Hombres Verdaderos.
Esta expresión es muy antigua y no es casual.
La antigua filosofía perenne dice que existe el Cielo y la Tierra y el Hombre completa la tríada.
El "Hombre Verdadero" es quién, habiendo llegado al pleno desarrollo de sus facultades superiores, "puede ayudar al Cielo y a la Tierra al mantenimiento y transformación de los seres y, por eso mismo, constituir un Tercer Poder entre el Cielo y la Tierra".